Las calles del Centro de Lima no son solo vías que conectan plazas y edificios, sino auténticas arterias vivas de la historia de la ciudad. Cada una de ellas cuenta relatos que, desde la época virreinal, han dado sentido a su existencia y han marcado su identidad. Muchas conservan hasta hoy los nombres que recibieron por los oficios que allí se practicaban, los personajes que las habitaron, algún suceso memorable o incluso por leyendas urbanas que el tiempo convirtió en tradición.
Otras calles, en cambio, han visto modificados sus nombres a lo largo de los siglos, principalmente tras la reforma de nomenclatura de 1862, cuando las autoridades decidieron reemplazar los antiguos apelativos coloniales por nombres de provincias y departamentos del Perú como parte de un proyecto de modernización urbana. Sin embargo, pese a los cambios oficiales, los limeños continuaron llamando a muchas de ellas por sus nombres originales durante décadas.
Desde avenidas comerciales como Mercaderes y Espaderos, hasta pasajes llenos de leyenda como Trapitos o Comesebo, cada jirón guarda historias insólitas y curiosas que nos permiten comprender mejor cómo se vivía en la capital virreinal. Algunas de estas calles, como Peña Horadada o Capón, no solo han sobrevivido al paso de los siglos, sino que conservan su nombre y esencia hasta nuestros días, convirtiéndose en verdaderos símbolos de la memoria colectiva limeña.
En este artículo te invitamos a conocer cuáles fueron las calles más importantes y antiguas de Lima, el origen de sus nombres, las historias que esconden y cómo se transformaron a través de los siglos.
Historia de las Calles del centro de Lima
El damero fundacional de Pizarro
Cuando Francisco Pizarro fundó Lima en 1535, trazó su centro siguiendo el clásico damero español: calles rectas que se cruzan en ángulo recto alrededor de una Plaza Mayor. En sus inicios, las calles del centro de Lima no tenían nombres oficiales. Los vecinos las identificaban por los oficios que allí se realizaban, hechos importantes, personajes o características físicas del lugar.
El primer padrón urbano de 1613
En 1613 se elaboró el primer padrón urbano oficial de la ciudad bajo el virrey Montesclaros. Este registro permitió organizar los impuestos y censar a la población, además de dejar constancia de los primeros nombres populares. Algunos de estos nombres surgieron de leyendas urbanas, situaciones curiosas o por los oficios que allí se desarrollaban, muchos de los cuales sobrevivieron hasta mediados del siglo XIX.
La reforma de 1862 y su impacto en los nombres tradicionales
En 1862. Mariano Bolognesi propuso cambiar los nombres de las calles por jirones largos siguiendo un modelo nacional, utilizando nombres de departamentos, provincias y ríos del Perú. Inicialmente se pensó en nombrar las calles en honor a los héroes de la independencia, pero la idea se descartó porque algunos aún vivían y otros, como Simón Bolívar, tenían detractores.
Las Calles Más Antiguas y Tradicionales de la Ciudad de los Reyes
Jirón de la Unión (Plateros y Mercaderes)
Antes de llamarse Jirón de la Unión, varias de sus cuadras recibían nombres distintos. Las más importantes eran:
- Mercaderes: donde se ubicaban las tiendas de sastres, boticas y el Tribunal del Consulado de Mercaderes.
- Plateros: conocida por albergar los talleres de orfebres que elaboraban joyas, custodias y objetos religiosos desde 1613.
Estas calles se fusionaron con el tiempo bajo el nombre de Jirón de la Unión, que hasta hoy conecta la Plaza Mayor con la Plaza San Martín y es una de las calles del centro de Lima mas importantes y recorridas
Calle Capón
Se encuentra entre el Jirón Paruro, la Calle Capón (Jr Ucayali) y calles aledañas. Originalmente se llamó así por la venta de capones (cerdos castrados) que se realizaba desde fines del siglo XVIII. Desde mediados del siglo XIX se transformó en el epicentro del Barrio Chino de Lima. En 1911 se dividió en Primera y Segunda de Capón, pero los limeños siguieron conociéndola por su nombre colonial. Hoy, el tradicional arco chino marca la entrada a este jirón.
Espaderos
Llamada así por los talleres de espaderos que se instalaron en esta vía desde la fundación de Lima. En 1630 existían 15 tiendas dedicadas a fabricar y reparar espadas. Fue una calle de intenso movimiento comercial. Actualmente forma parte del jirón de la Union y se encuentra en la quinta cuadra de esta.
Peña Horadada
Esta es una de las calles más antiguas del centro de Lima que aún mantiene su nombre desde 1613. Se le llamó de esa manera por una peña perforada (horadada) que se halla en su trayecto y por donde -segun la leyenda- se escondio el demonio mismo. Esta calle es un ejemplo de cómo los nombres populares, basados en características físicas y leyendas interesantes lograron sobrevivir a las reformas oficiales.
Curiosidades y Leyendas de las Calles del centro de Lima
La historia de la calle Comesebo
Este peculiar nombre puesto a una calle de la tercera cuadra de la avenida tacna hacía referencia a un «vecino conocido por su enorme apetito, ser adiposo, sucio y de oficio mantequero». Aunque desapareció tras la reforma de 1862, permanece en los registros históricos como muestra del ingenio de los limeños y parte de la identidad de las calles del centro de Lima.
El crimen del virrey en Trapitos
La calle Trapitos quedó en la historia como el lugar donde el virrey conde de Nieva fue asesinado mientras acudía a una cita clandestina. Fue uno de los hechos más escandalosos del virreinato y uno de los relatos que puedes escuchar en los recorridos históricos de Inca Trilogy.
La calle del Huevo y otras leyendas
La calle del Huevo ubicada en la cuadra 5 del jirón Tacna, debe su nombre a un suceso curioso o broma popular de la época, aunque su origen exacto se perdió con los años, se dice que ahi vivio una gallina que ponia huevos gigantes. Historias similares envolvieron a calles como Matasiete o la calle del gato un nombre que se debía a la posada del oidor Francisco Alvárez Gato ademas de ello por ahi tambien se encontraba cerca una farmacia, los habitantes limeños en modo de burla cuando alguien estaba enfermo o mal solian decir: «Estas para irte a la calle del gato».
Otras calles del centro de lima con historia
Rastro de San Francisco y Rastro de San Jacinto fueron los primeros mataderos públicos de Lima. Se conocían como “Rastros” porque allí se sacrificaban y vendían reses, cerdos y carneros. Además, servían como punto de encuentro popular, especialmente en fechas religiosas y procesiones. El primero estaba junto al convento de San Francisco y el segundo en Barrios Altos, cerca del jirón Huánuco.
Calle de la Amargura destacaba por su simbolismo religioso. Decorada con pinturas de los pasos de la Pasión de Cristo, era la ruta de las procesiones más solemnes de Semana Santa. Su nombre recordaba el sufrimiento de Cristo y la piedad limeña de antaño.
Calle de los Judíos, ubicada junto a la antigua Plaza de la Inquisición (actual plaza Bolivar), era escenario de los temidos actos de fe organizados por el Santo Oficio. En sus muros se colocaban cuadros de advertencia para infundir temor a los pobladores.
Cambios de Nombres en las Calles del centro de Lima: De la Colonia al Perú Republicano
Las calles del centro de Lima que conservaron su nombre colonial
Pocas calles resistieron los cambios. Entre ellas destacan Peña Horadada, Capón y Descalzas que han sido mencionadas anteriormente y que conservaron su nombre gracias a su fuerte identidad popular o valor histórico. algunos de estos jirones forman parte de los tours guiados de Inca Trilogy, ideales para conocer las calles del centro de Lima con relatos auténticos.
La resistencia popular a la nueva nomenclatura de las calles de lima
A pesar de las reformas, los limeños continuaron usando durante décadas los nombres coloniales, un fenómeno que demuestra el arraigo de la memoria popular sobre las imposiciones administrativas. Es posible aún escuchar en boca de los vecinos más antiguos cómo nombran de forma tradicional las calles mas curiosas o que habian tenido antes nombres
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